Si estás planeando hacer una ruta por el Baixo Miño, aquí te ayudaremos a darle forma.
Te señalaremos los puntos imprescindibles y qué es lo que hace tan especial a cada uno de ellos, desde nuestro punto de vista. Lo ideal para visitar esta zona es hacerlo en coche o contratar nuestra excursión, en la que te trasladaremos a cada lugar y te contaremos la historia y curiosidades de la zona.
¿Dónde está el Baixo Miño?
Antes de arrancar, vamos a responder a esta pregunta para así acotar esta área, que ocupa un vasto territorio. El término oficial hace referencia a la comarca gallega situada en el suroeste de la provincia de Pontevedra. Su capital es Tui, antaño uno de los pueblos más importantes de la zona y actualmente de alto valor turístico. La visita a este pueblo es obligatoria.
Pero, extensivamente, la zona que vamos a visitar ocupa ambas orillas del río Miño, que se encamina aquí a su desembocadura en el Océano Atlántico, formando un estuario que vertebra la zona. Es hogar de muchas especies de aves y también relevante para la cría de peces, por su agua tanto dulce como salada. Ha sido también escenario de la creación de Portugal, pasando a ser una frontera natural donde antes no existía ninguna.
¿Qué visitar en una ruta por el Baixo Miño?
Como podrás esperar, son muchos los lugares que se pueden visitar al hacer una ruta por el Baixo Miño, pero en este artículo te vamos a recomendar cinco paradas en una ruta que se puede hacer fácilmente en un día desde cualquiera de las ciudades cercanas.
Parada obligatoria en una ruta por el Baixo Miño: Tui
La primera parada recomendada es Tui, capital de la comarca y población de gran importancia en el pasado, siendo clave para Roma gracias a su puerto fluvial. Por aquí pasa el Camino Portugués, uno de los caminos históricos que llevan a Santiago.
Se convierte en ciudad amurallada después de que estallase el conflicto con Portugal, como tantos otros puntos de la frontera. En nuestra excursión por la Ribeira Sacra llegamos a ver alguna de esas fortificaciones también en el interior. Aunque, como a lo largo de los años dejaron de ser necesarias, se hizo un plan para derribarlas. Ese es el motivo por el que solo se conservan partes de ellas.
La catedral de Tui también es una fortificación, ya que el obispo era también el señor feudal en el pasado.
En Tui tenemos una vista maravillosa sobre el río Miño y Portugal, a un tiro de piedra.
Ponte Internacional
Aquí tendremos el privilegio de poder cruzar una frontera a pie, aunque gracias a la libre circulación no notamos realmente el momento en el que cambiamos de país. Hay que ir muy atentos para ver la placa que se encuentra en medio del puente.
De lo que sí podremos disfrutar es del hecho de sabernos cruzando una frontera que ha dado un capítulo en la historia tan interesante y tan determinante para la cultura de la zona. Este puente del siglo XIX puede cruzarse a pie, en coche o incluso en tren.
Valença do Minho
Al otro lado del puente nos encontraremos con un pueblo que permaneció en auge tras la libre circulación o incluso aumentó su esplendor. Valença tiene un claro enfoque comercial a la par que conserva sus murallas, siendo un importante punto en la visita turística.
Además, cuenta con restaurantes buenos, bonitos y baratos. Es el punto perfecto para probar el famoso bacalhau como lo preparan a este lado de la frontera.
Mirador do Cervo
A este lado también no deberíamos perdernos las vistas desde el Mirador do Cervo, a pocos kilómetros de Valença. Desde este mirador, que tiene literalmente una estructura de un ciervo enorme que se puede ver en lo alto de la montaña, se puede ver una panorámica impresionante sobre el río Miño.
Recorriéndolo con la mirada, podemos admirar las pequeñas islas intentando acertar cuáles pertenecen a cada país. Y, al fondo, veremos el imponente monte de Santa Tecla. Esta es nuestra siguiente parada.
Monte de Santa Tecla
Este monte fue poblado por miles de personas antes de Cristo y por eso es tan relevante su existencia a día de hoy. Es un sitio arqueológico de notable importancia. Actualmente, podemos visitar aquí un museo con restos de las excavaciones y también la recreación del castro que en su día fue habitado aquí.
Monasterio de Oia
Esta será la última parada, ya cogiendo carretera de vuelta hacia el norte. Este monasterio es el único de Europa con una situación tan privilegiada: frente al océano. Además, sirvió como punto estratégico y de defensa. Pero esa historia, merece ser contada en directo por nuestro guía en este lugar tan impresionante.
Si quieres escucharla y acompañarnos a descubrir todos estos lugares en un día inolvidable, escríbenos para reservar tu plaza desde 55 €. ¡Vámonos de ruta al Baixo Miño!